El 2023 pasará a la historia como uno de los años más lluviosos en la provincia. Luego de una sequía histórica con casi cuatro años del fenómeno de La Niña, todo se revirtió desde la primavera con la irrupción de El Niño y ya dejó cifras impresionantes de agua caída.
Tras un septiembre y octubre con récords históricos de precipitaciones, que trajo sólo en el décimo mes del año 488 milímetros de agua en Posadas, siendo la segunda temporada más lluviosa desde octubre de 1998 cuando cayeron 576 milímetros, el mes de noviembre se encamina otra vez a ser muy lluvioso. Con el fenómeno de El Niño acentuado sobre la región, hasta ayer habían caído 360 milímetros de agua sólo en la capital misionera, pero el mal tiempo se siente en toda la provincia.
Según el monitoreo de la Dirección de Meteorología y Prevención de Riesgos Naturales de Posadas (Opad), lo previsto en el período en curso era que cayeran 181 milímetros de lluvia, valores que fueron ampliamente superados. En tanto que en lo que va del año se acumulan 1.986 milímetros de agua, más de los 1.873 previstos por los modelos meteorológicos.
Toda esta situación dejó en la provincia barrios anegados, evacuados en varias localidades, complicaciones para el agro, ríos y arroyos desbordados y afectaciones en el turismo con Cataratas y el Moconá que se llevaron las principales cuotas de daños.
En ese sentido, en base a los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), todo indica que en el corto plazo el tiempo seguirá lluvioso. Así, se sostiene para hoy una alerta amarilla por lluvias y tormentas en toda la provincia, situación que se mantendrá también mañana en las zonas Sur y Centro.
En tanto que las proyecciones a largo plazo son iguales para el Litoral: mucha lluvia. “En cuanto a la lluvias durante esta temporada, se determinó que hay una mayor probabilidad de registrar lluvias superiores a las normales sobre la región del Litoral y este de Buenos Aires. Además, en esta zona también pueden favorecerse los eventos con precipitaciones diarias muy intensas por lo que se recomienda consultar periódicamente el Sistema de Alerta Temprana”, detalló el SMN.
Balsa
La crecida del río Paraná por las lluvias y la operatoria de la represa Itaipú aguas arribas obligó a cerrar el cruce fronterizo entre Corpus-Bella Vista (Paraguay) hace dos semanas. Tras un arduo trabajo para poner en condiciones el lugar, desde hoy se volverá a brindar el servicio entre ambos países.
El lunes, a pesar de las inclemencias climáticas, se trabajó de manera intensa en la zona de la costa del Paraná en la localidad de Corpus, donde desde el pasado viernes empezaron a poner en condiciones el predio, con la restauración eléctrica, limpieza e instalación de los equipos para trabajar en Migraciones y Aduana. El agua había ingresado más de un metro en el sector migratorio y debieron evacuar la zona.
El caudal hace dos semanas llegó a los 10 metros de altura y subía unos 30 centímetros por hora, un aumento considerable por lo que se debió cerrar el paso fronterizo y se esperaba que bajara para retornar el paso. De a poco se notó la baja y marcó ayer por la mañana 5,75 metros, dando así las condiciones para que las balsas vuelvan a operar.
Ayer por la mañana, con el caudal en condiciones a pesar de las lluvias precipitadas, más el sistema eléctrico en funcionamiento, después de 16 días se va a retomar con el cruce de las balsas de un lado a otro. El primer paso está previsto para las 8 y estará habilitado tanto para camiones de carga como automóviles.
Normalización
Como se informó, este domingo la hidroeléctrica Itaipú cerró completamente el vertedero, después de once días de derrame ininterrumpido lo que había hecho crecer aún más al Paraná. Así, el escurrimiento de agua se reducirá gradualmente. El vertedero fue abierto el 1 de noviembre para drenar el exceso de agua no utilizada para generar electricidad, debido a las lluvias aguas arriba de la central hidroeléctrica.
Según el superintendente de Operaciones de Itaipú, Rodrigo Pimenta, “la usina operó el vertedero para garantizar la seguridad de la presa y contribuir a mitigar el impacto de las inundaciones en la frontera con Paraguay, la parte más afectada por las lluvias”, afirmó. Para los próximos días la tendencia es que la altura de los ríos se normalice, la cual debería disminuir a valores por debajo de los 108 metros sobre el nivel del mar.
Sigue cerrado el Moconá
Por otro lado, el Parque Provincial Moconá es uno de los más afectados por las lluvias; el paseo turístico lleva varios días cerrado a los visitantes y con los paseos náuticos suspendidos por la crecida del arroyo Yabotí y del río Uruguay, de momento no hay fecha de reapertura. En igual sentido, la Dirección Provincial de Vialidad informó que está monitoreado de forma permanente el estado de las rutas, aunque de momento no hay registros de nuevos cortes en la red vial provincial. La ruta provincial 2 tiene tránsito normal en toda su extensión y está habilitado el paso sobre el puente del arroyo Pindaytí, en la zona de Santa Rita para vehículos de hasta 20 toneladas.
También se permite el tránsito sobre el puente provisorio del arroyo Tabay por ruta 7. Sólo están interrumpidos los pasos en el camino vecinal de Paraje Domingo Savio, arroyo Yabebiry, en San Ignacio. La ruta 23 bis en el puente sobre el arroyo Caracol del Paraje Campo Alegre (San Antonio). La ruta Costera El Verde, corte en Paraje Azopardo, San Antonio y la ruta costera en el acceso a Parque Horacio Foerster en el arroyo Las Antas.
