Los imperativos sociales por ser siempre jóvenes y bellos siguen una demanda imposible de saciar, por lo que profesionales de la salud mental recomiendan aprender a aceptar y relacionarse con el propio cuerpo.
El caso de Silvina Luna puso el foco nuevamente en la importancia de reflexionar sobre los mandatos de belleza impuestos por la sociedad. Poco antes de su fallecimiento – el viernes-, la actriz y modelo de 43 años había aconsejado, a través de sus redes sociales a cultivar la belleza interior en vez de preocuparse por el aspecto físico. Sin embargo, la aceptación interna es difícil de sostener en un mundo que exige, cada vez más, a cumplir con estándares inalcanzables de perfección estética.
“Hoy es común ver en redes sociales una cantidad de estímulos al cambio de la imagen, del cuerpo y de cómo siempre se puede estar un poquito mejor. Desde el Centro Monoclínico Manantial vemos esto como una adicción a cierto retoque de la imagen del cuerpo con la búsqueda de llegar a una perfección que es imposible”, analizó al respecto la psicóloga que se desempeña en el centro asistencial, Camila Cabrera, en diálogo con el programa Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7. “Cuando esto se vuelve una exigencia y una demanda a la percepción, en la que siempre falta algo por corregir, se podría volver peligroso”, consideró.
En este sentido, cuestionó: “Venimos de una sociedad del consumo, pero hay que problematizar cuando esto se vuelve una exigencia o mandato y cuando la paciente o el paciente se va volviendo imperativo al punto de decir ‘me tengo que hacer esta intervención para sentirme bien y ser feliz’”. A su vez, sopesó que “no se miden qué riesgos corporales, biológicos y emocionales implica un tratamiento o una intervención. El paciente a veces lo hace por el simple hecho de ver los resultados”.
“El cuerpo no es un envase. Va cambiando con los años, con los estados emocionales. Hay que aprender a soportarlo y relacionarse con el cuerpo mismo. Lo que uno realiza, no sólo las cirugías, impactan en el cuerpo, entonces hay que tener un cierto registro para que tengamos un poco más de conciencia”, explicó la profesional. “Con las redes sociales, propagandas y productos todo el tiempo recibimos información de estar en forma y perfectamente bellos como una cuestión de salud y eso está muy alejado. Hay que ser más críticos con lo que la sociedad exige porque el imperativo de belleza es inalcanzable”, dijo.
Sobre este punto, advirtió que “esto se vuelve un círculo de consumo que atraviesa a los cuerpos y podría llevar a la muerte, como ha pasado en el caso de Silvina Luna”. “Verse bien está bien, pero ¿a qué costo y cómo pongo mi cuerpo en riesgo? Hay que poder soportar los cambios porque los cuerpos corresponden a características singulares de cada uno y eso está bien. El envejecimiento es una cuestión natural, que nos va a pasar a todos”, reflexionó.
Asimismo, la psicóloga remarcó que los jóvenes son el grupo más en riesgo a todas estas exigencias culturales debido al psiquismo en formación.
“Son muy vulnerables. En Manantial vemos trastornos alimenticios, como bulimia y anorexia. Por eso, lo primero que hay que hacer es hablar con el acento puesto en que la belleza no lo es todo. La cuestión de la autoestima no pasa por ahí, es mucho más profunda y requiere un trabajo psicológico mucho más abarcativo”, indicó la especialista.
“Hay que ir amigándose con el cuerpo cambiante, que tiene una historia, caídas, cicatrices y arrugas. Recomendaría enseñar y acompañar a los jóvenes desde un lugar amable, que esto puede ir por otro camino. Al hablar de adolescencia, la idea siempre es que el límite esté acompañado por una puesta de la palabra, que se pueda entender qué implica el no, en vez de estar aislado de enseñanzas”, concluyó.
Caso Luna: autopsia
“Se llevó adelante preservación de los riñones y demás órganos y se extrajo mucho material que oportunamente fuera inyectado a Silvina, que será motivo de pericia”, indicó ayer el abogado de la familia de Silvina Luna, Fernando Burlando, tras la autopsia que se realizó al cuerpo de la modelo fallecida el jueves.