Según un sindicato de la carne, que lanzó una protesta, el establecimiento, ubicado en Riachuelo, Corrientes, “no ha cumplido la liquidación final como determina la Ley de Contrato de Trabajo”
A poco más de un mes desde que el frigorífico La Muralla China cerrara por no lograr la habilitación para exportar a China, la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus Derivados, conducida por Alberto José Fantini, llevó adelante una movilización, ya que la empresa, indicó, no liquidó de forma adecuada al personal. Fue a través de una medida de fuerza que realizaron frente a la entrada de la planta ubicada en Riachuelo, Corrientes, para exigir que se revea la situación. La firma no habría conseguido cumplir con los requisitos de inocuidad que exigen los compradores del exterior y que el Senasa certifica.
“La empresa aducía que no podía seguir trabajando porque no tenía la autorización para poder exportar a China. Nosotros desde hace un tiempo estábamos ahí en la zona porque el sindicato estaba intervenido porque estábamos en Corrientes. Lo que nosotros sabemos es que no es así como ellos lo plantean, ellos quieren de alguna manera tirarle el fardo al Gobierno de que no tienen la autorización para exportar, pero si ellos no cumplen con la normativa para poder estar dentro de los frigoríficos para exportar a China es responsabilidad de ellos”, puntualizó Carlos Molinares, secretario de Organización de la Federación de la Carne.
La planta estaba operativa desde 2019 para el mercado interno y para envíos a Hong Kong y Brasil. Sin embargo, Molinares sostuvo que la empresa nunca cumplió con el “convenio colectivo de trabajo” y “la planta no estaba registrada”. Para poder hacer envíos a China, objetivo por el cual la firma habría contratado a 100 personas, debía cumplir con ciertos requisitos que impone el comprador, no el Senasa. Aclararon que si no cumple con la normativa iba a resultar difícil que fuera habilitado para los envíos a este destino.
En el gremio indicaron que querían visibilizar la situación de los trabajadores y sus familias afectadas. “La empresa al momento del cierre contaba con 39 trabajadores registrados y cerca de 100 trabajando de manera informal. Despidió a todos y solamente indemnizó a 39, haciendo un acto de mala fe. Entregó de 100 a 150.000 pesos en la primera cuota, que ofrecía según la antigüedad. Además, de otra cuota de 120.000 pesos a algunos y 260.000 pesos a otros”, contó Roberto Collajovsky, delegado Reorganizador del Sindicato de la Carne de Corrientes. En el gremio explicaron que para hacer las indemnizaciones se tomaron salarios irrisorios que no iban acorde con lo que correspondía en ese entonces según la escala salarial.
El conflicto comenzó el pasado sábado 26 de agosto cuando cerca de las 11 el presidente de la empresa, Yi Zhuang, reunió a todos los trabajadores de la planta para informarles que, debido a las circunstancias del país y donde nunca logró conseguir la ansiada habilitación del organismo sanitario, no podía seguir con la compañía en funcionamiento.
Sin embargo, aclararon que la “culpa” no es del organismo público, ya que es responsabilidad del dueño de la planta realizar los acondicionamientos correspondientes que exige el comprador. En el Senasa señalaron que hay 90 frigoríficos o más habilitados para exportar a China, por lo que el que no entra es porque no cumple con los requisitos exigibles.
Fuente: La Nación