Una estudiante de la carrera de Magisterio de Jardín América, de 20 años, denunció que fue abusada sexualmente por uno de sus profesores en el propio domicilio del acusado y al cual la víctima acudió porque debía presentar un trabajo práctico que el docente le había pedido.
Luego de la denuncia ante la Policía, con intervención del Juzgado de Instrucción Dos de la citada localidad, el acusado P. D.C. (55) fue detenido preliminarmente y permanece por estas horas alojado en una celda de la comisaría de Puerto Leoni.
En diálogo con este matutino, la denunciante, N.F. (20), decidió narrar lo que padeció durante su visita al domicilio del implicado, ubicada a pocas cuadras de su vivienda.
Contó que actualmente cursa el segundo año de la carrera y que desde el año pasado asistía a clases con el implicado.
“Siempre saludaba a las alumnas con besos en la mejilla, en el curso nos tocaba los hombros y nos abrazaba, no así con los varones”, empezó la descripción la joven que con voz suave intentó en todo momento no quebrarse al recordar las circunstancias de lo que le tocó vivir el último martes.
La víctima es una joven de segundo año de Magisterio. Foto: Esteban González
Comentó que ese día debía ir al domicilio del docente y explicó: “Tenía que entregar un trabajo de Práctica II con una compañera, pedimos para entregar el martes a la noche, pero él dijo que no aceptaría más trabajos en la institución y pidió que lleve el trabajo de ambas a su casa, ya que vive cerca de la mía y por eso ese día me apuré para terminar”.
Contó que la mañana del hecho, el acusado le habló por mensaje y exigió que le presente el trabajo esa misma siesta.
Ante esto, habló con su novio quien luego se ofreció a llevarla a la casa del acusado para hacer entrega del práctico.
El muchacho dejó a la joven en la puerta de la vivienda porque también tenía cosas que hacer, sin imaginar que su pareja iba a vivir un episodio tan desagradable instantes más tarde.
“Cuando entro a la casa de mi profesor, me saluda con dos besos y me dice que se alegraba de verme. Me sacó la carpeta de la mano y me llevó a una habitación a ver las carpetas de mis compañeros. Mientras miraba el trabajo de otra compañera me dijo que decidió aprobarme, entonces quería retirarme”.
Sin salida
Pero lejos de que la visita terminara allí, el hombre comenzó a hacer preguntas personales a su alumna, a las que la chica respondió algunas y ante la insistencia la estudiante intentó salir de la habitación. Aunque inmediatamente el profesor se pone enfrente y le niega la salida.
“Mi profesor se tiró arriba mío, me quitó la ropa y empezamos a forcejear, quería que salga pero tenía mucha fuerza, él se quitó la ropa y abusó de mi”, recordó con dolor lo que vivió.
Luego, una vez que pudo sacarse de encima al hombre, el dueño de casa le pidió a su alumna que se vaya a bañar. Inmediatamente la estudiante se encerró en el baño sin poder reaccionar de lo que le había pasado.
Asustada, en un ataque de llanto por la traumática situación, le escribió temblando a su novio para que la busque y salió.
El agresor estaba en la puerta y al volver a tener enfrente a su alumna le pidió que no contara lo sucedido.
Luego relató que el hombre le abrió la puerta y desesperada la joven corrió hasta el auto de su pareja.
“Subí rápido, pedí para irnos, él vio que no estaba bien y me preguntó qué pasó porque me veía rara. Fue ahí que me largué a llorar y le conté lo que pasó”, narró N. F. (20).
Inmediatamente el muchacho llevó a su novia hasta su casa en donde un hermano y la mamá de la estudiante tomaron conocimiento de lo ocurrido. Y con el apoyo familiar, la joven se acercó esa misma tarde a una comisaría de la ciudad para narrar lo que había sufrido.
Horas después, el docente fue detenido por la Policía y en el marco de la causa se ordenaron distintas medidas para avanzar en el caso.
La denunciante comentó también que el año pasado tuvo al agresor como profesor de Filosofía y este año en la cátedra Currículum y Práctica II.
Asimismo, reconoció que jamás pensó vivir un episodio de este tipo ya que consideraba al docente una persona que inspiraba confianza.
“Ahora no quiero ni verlo, no sé si voy a volver al instituto, tengo mucho miedo, pero a él no lo quiero ver”, dijo la estudiante quien desde el día del ataque no volvió a ir a clases.