En medio de la expectación y la incertidumbre, Goya, Corrientes, se prepara para el evento anual de pesca del surubí, programado del 29 de abril al 5 de mayo.
Sin embargo, mientras los pescadores y los entusiastas de la pesca deportiva aguardan con ansias este acontecimiento emblemático, surge la pregunta sobre cuánto se destinará realmente para este evento, especialmente en un contexto donde otras necesidades básicas parecen ser relegadas.
La proximidad política entre el intendente de Goya y Gustavo Valdés, ambos del mismo partido político, ha llevado a algunos a cuestionar si la ciudad recibirá una inversión significativa para el evento. ¿Será Goya merecedora de una cifra millonaria para esta celebración, mientras que los pedidos de mejora salarial y las demandas de infraestructura básica, como caminos y tarifas justas para los ciudadanos, quedan sin respuesta?
Esta pregunta arroja luz sobre las prioridades y la capacidad de administración del gobierno. ¿Está realmente enfocado en satisfacer las necesidades fundamentales de sus ciudadanos, o se inclina más hacia eventos que podrían tener un impacto económico temporal pero limitado en comparación con las mejoras a largo plazo que podrían beneficiar a toda la comunidad?
En un momento en que los reclamos por mejoras salariales y condiciones de vida dignas quedan en segundo plano, la asignación de recursos para eventos como la pesca del surubí plantea interrogantes legítimos sobre la dirección de la administración pública. ¿Está el gobierno en sintonía con las necesidades reales de la gente, o está perdiendo de vista lo verdaderamente importante?
Mientras Goya se prepara para recibir a los pescadores y entusiastas de la pesca deportiva, queda por verse si este evento llevará consigo una inversión sustancial que beneficie a toda la comunidad, o si será solo otro ejemplo de prioridades cuestionables en la gestión gubernamental
