Santo Tomé y San Luis del Palmar siguen afectados a la creciente

San Luis del Palmar está bajo el agua desde mediados de abril, y la última crecida del río ha empeorado la situación.

 

La presencia prolongada de agua estancada ha causado enfermedades como el dengue y contaminaciones graves, afectando la vida de sus habitantes y provocando pérdidas económicas irreparables.

Santo Tomé y otras localidades también sufren, pero el gobierno de Corrientes, que siempre apoya las leyes del Presidente Javier Milei, ha ignorado la crisis y no ha brindado ayuda efectiva a los damnificados. En vez de atender esta emergencia, las autoridades se dedicaron a celebrar la Fiesta Nacional del Surubí en Goya, una localidad que también enfrenta problemas graves de agua potable.

Defensa Civil informa que el Río Uruguay está bajando en el norte, pero San Luis del Palmar sigue en alerta por la crecida del riachuelo. Bruno Lovinson de Defensa Civil explica que las lluvias han mantenido la zona inundada y las áreas rurales están aisladas y desatendidas.

Los vecinos están hartos de la inacción y denuncian que la falta de obras de dragado y la negligencia del Instituto Correntino del Agua son las verdaderas causas de esta tragedia. En pleno siglo XXI, es indignante que comunidades enteras sean abandonadas sin servicios básicos ni protección.

Los habitantes de San Luis del Palmar merecen más que promesas vacías. Es hora de que las autoridades locales y provinciales asuman su responsabilidad y actúen de inmediato. La pasividad debe terminar.

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