Frenaron las importaciones de yerba mate desde Brasil y Paraguay tras planteo judicial de productores yerbateros de Misiones debido a que las empresas estarían evadiendo los controles sanitarios al ingresar el producto como “canchada fina”, lo cual equivale a un alimento elaborado para el Estado argentino.
Para el juez Civil y Comercial 5 de Posadas, Fernando Escalante, el ardid de los empresarios pone en riesgo la salud de la población y afecta al sector más vulnerable de la cadena productiva: los pequeños productores de Misiones y las familias que trabajan en la cosecha manual.
El planteo judicial fue realizado por Marcelo Hacklander, director del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y dirigente de la Unión de Agricultores de Misiones. En su presentación ante el magistrado, el productor pidió que “se declare medida cautelar con el fin de garantizar el efectivo derecho a la salud de los consumidores del producto a vender a futuro, y en resguardo de la economía familiar integral del grupo vulnerable constituido por los pequeños productores yerbateros de la provincia de Misiones”.
En ese sentido, sostuvo que era necesario suspender los artículos del DNU 70/2023 que desregularon la actividad yerbatera para que el INYM mantenga sus facultades de contralor de la yerba proveniente de otros países.
El portal Clarín indicó que para Hacklander, toda yerba mate proveniente del exterior debe cumplir con las normativas del INYM, el Código Alimentario Argentino y el Reglamento Técnico Mercosur, que dejó de exigirse tras la disposición de la Secretaría de Comercio que posibilitó la importación “obviando las normativas”.
Al analizar las declaraciones aduaneras, los productores yerbateros advirtieron los molinos declaraban el ingreso de productos como si fuera yerba ya elaborada pero en realidad estaría entrando canchada, que es la yerba seca, sin molienda. Con esto, eludirían una serie de controles sanitarios que buscan mantener una elevada calidad del mate que consumen los argentinos.
Hacklader sostuvo en su planteo que “se pretende con la presente acción amparar la calidad del producto que se comercializará, la salud integral de los consumidores (nacionales o extranjeros) y la economía familiar de los pequeños productores”. En ese sentido sostuvo que “el mercado yerbatero es imperfecto (configurado en un extremo por 15.000 familias de cosecheros, 13.500 productores, 200 secaderos y 100 molinos) necesitando la intervención del Estado, por cuanto pocos compradores pueden determinar el precio de compra de materia prima y además determinar el precio de la venta al público, es decir compran barato y venden caro, maximizando ganancias”.
Según estudios del INYM sobre cargamentos provenientes de los países vecinos, se constató años anteriores altos niveles de metales pesados, que superan los límites internacionales para la exportación.