El clima, clave para las decisiones del campo

En un contexto de variabilidad climática acentuada, la provincia del Chaco enfrenta una temporada de temperaturas inusualmente altas y precipitaciones erráticas. El ingeniero Hugo Rorhman, especialista en Meteorología, explicó cómo estos cambios están afectando a la región.

 

Rorhman dijo que la alternancia de días calurosos y fríos “es común en los períodos de transición entre estaciones, especialmente en mayo y los primeros días de junio. El frío le está diciendo al verano, terminaste. Y el verano dice, no, no tanto”, ilustró.

Agregó que esta disputa de estaciones se refleja en las previsiones del Servicio Meteorológico Nacional para el trimestre junio-agosto. Según Rorhman, “en la parte este, en Resistencia y Corrientes, se esperan temperaturas un poco por encima de lo normal. Y para lo que es el centro, Sáenz Peña por ejemplo, y en el oeste de la provincia, se esperan temperaturas normales o por debajo de lo normal”.

“Uno de los factores que complican la previsión climática en la provincia es su ubicación geográfica, que la sitúa en una zona de transición entre climas templados y tropicales. Esta característica se ve exacerbada por el fenómeno de El Niño, que altera significativamente los patrones meteorológicos” indicó En la provincia del Chaco es difícil hacer un pronóstico del tiempo, debido a que uno de los factores que complican la previsión climática es su ubicación geográfica, que la sitúa en una zona de transición entre climas templados y tropicales. 

Y añadió: “El Niño se está yendo; en lo que es el Pacífico ya terminó y deja una atmósfera inestable que puede causar eventos extremos de precipitaciones. En la reciente temporada, el sur de Brasil experimentó fuertes lluvias debido a este fenómeno, mientras que el Chaco se mantuvo relativamente seco”.

PRECIPITACIONES Y PERSPECTIVAS HÍDRICAS

Respecto a las precipitaciones, dijo que “el Chaco está entrando en su temporada seca, que abarca de mayo a septiembre. El servicio también está ejemplificando que la lluvia va a estar por debajo de lo normal”, comentó. “Sin embargo, la perspectiva está dando posibilidades de lluvias bajas para el fin de semana, esperemos que se equivoquen y por ahí llueva 40 o 50 milímetros”.

Asimismo, agregó que la variabilidad en las precipitaciones tiene implicaciones directas para los ríos locales, especialmente el Paraná. “Desde mitad del año pasado nos dijeron que estaba el Niño, entonces supusimos que iba a llover mucho, los ríos crecían. Pero dejó a las claras que no siempre se da”, lamentó Rorhman.

Y remarcó que en este panorama, “el Paraná ha experimentado niveles bajos, lo que ha afectado a la navegación y a las operaciones portuarias en lugares como Barranqueras”.

DESAFÍOS FUTUROS

Al ser consultado sobre los cambios que plantea el propio clima en la región y los desafíos que ello implica, el ingeniero aseguró que son etapas cambiantes que hay que saber analizarlas. Respecto de la modificación de la distribución de lluvias entre los departamentos de Almirante Brown y Comandante Fernández, mencionó que “se produjo en parte debido a la influencia de El Niño, dado que hubo más precipitaciones en el este de Salta y en los departamentos de El Impenetrable, lo que podría explicar la diferencia observada”.

Además, recordó que existen proyectos para intentar utilizar el agua del río Bermejo para la agricultura, “pero el volumen de sedimentos resultó ser un problema casi insuperable”, dijo Rorhman.

Por último, sobre la idea de construir embalses y diques sobre el río Bermejo, Rorhman explicó: “Aunque la idea ha sido discutida durante más de un siglo, la enorme cantidad de sedimentos y los desafíos técnicos asociados han impedido su realización. Es decir, si yo cierro y digo, acumulo agua, el río tarda, en el caso de este ejemplo, un año. En una sola crecida lo tapa en sedimentos. Y el embalse queda inutilizado”, concluyó.

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