En el Maracaná, un día como hoy, pero hace tres años, Fideo marcó el tanto que le dio la decimoquinta Copa América a la Argentina luego de 28 sin conquistas.
Un día como hoy hace tres años, Argentina venció 1 a 0 a Brasil en la final de la Copa América 2021 que se disputó en el histórico Estadio Maracaná. El gol de Ángel Di María a los 37 minutos significó el fin de una racha de 28 años sin títulos para la Albiceleste. «Se rompió la pared, se rompió», decía Fideo mientras lloraba y hablaba por videollamada con su familia.
Di María, desde la final de América en el Maracaná y la del mundo en el Lusail, es reconocido por su importancia en los momentos claves, pero hasta 2021 su paso por la Selección estaba atravesado por las frustraciones de no estar presente en las instancias decisivas.
En la Copa del Mundo de 2014 se lesionó a los 33 contra Bélgica y se perdió los dos partidos siguientes. «Si me rompo, déjenme que me siga rompiendo. No me importa. Solo quiero estar para jugar», confesó que les dijo a los médicos de la Selección al pedirles que lo infiltren para la final con Alemania.
Estaba todo listo. El hielo estaba en la pierna de Di María cuando Daniel Martínez, médico de la Albiceleste, ingresó con una carta en la mano: «Ángel, este papel viene de Real Madrid». ¿Qué decía? Que Di María no estaba en condiciones y que le solicitaban a la Selección Argentina que no lo dejara jugar.
La realidad, para Di María, era más simple. «Todos habían escuchado los rumores de que el Real quería comprar a James Rodríguez después del Mundial y yo sabía que me querían vender para hacerle lugar a él. Así que no querían que su jugador se rompiera antes de venderlo. Era así de sencillo. Ese es el negocio del fútbol que la gente no siempre ve», explicó en un artículo de su autoría publicado en The Players Tribune.
En una clara demostración de su carácter, Di María pidió la carta, no la abrió y la rompió. «Tirala, acá el único que decide soy yo», le dijo a Martínez. Sin embargo, el técnico Alejandro Sabella eligió jugar con todos al cien y en su lugar estuvo Enzo Pérez. El desenlace de aquel encuentro es conocido.
Ya en la Copa América 2015, después de perder la final ante Alemania, Argentina llegó con la necesidad de sacarse la espina. En una temporada para el olvido en Manchester United, Fideo había sufrido lesiones en la pelvis y en el posterior del muslo izquierdo. En la final de la copa continental organizada en Chile se lastimó y fue reemplazado a los 29 minutos.
El equipo de Gerardo Tata Martino perdió su primera final ante la Roja, pero en 2016, en la edición especial del torneo continental por los 100 años de su existencia, tenían la posibilidad de buscar revancha. En la primera fecha, los argentinos se volvieron a cruzar a los trasandinos y ganaron 2 a 1, con gol de Di María incluido. En ese mismo partido, el extremo tuvo que ser reemplazado porque se desgarró. Si bien llegó a jugar la final, tampoco estuvo todos los minutos porque la lesión lo tenía a maltraer.
Pero aquel 10 de julio del 2021, todo cambió. Una pelota larga de De Paul a la espalda de Renán Lodi dejó al rosarino mano a mano con Éderson. Como en la final de los Juegos Olímpicos 2008 ante Nigeria, en lo que fue, posiblemente, su mejor momento con la celeste y blanca hasta ese día, decidió empalarla por encima del arquero que nada pudo hacer.
Aquella final fue un deshago para todos los integrantes de una generación que no sabían lo que era ser campeones con la Selección Argentina. Tanto hinchas como jugadores posteriores a la consagración de 1993 no habían visto a la Albiceleste levantar un trofeo. Para Di María, que tras la edición de Estados Unidos dejará la Selección, ese fue el final de un camino lleno de caídas que venía transitando junto con Nicolás Otamendi, Lionel Messi y Sergio Agüero y el inicio de otro lleno de alegrías. Pero también significó la reivindicación después de ser cuestionado por años por sus ausencias en los momentos decisivos.
Y como él mismo dijo, en aquella calurosa y húmeda noche de Río de Janeiro «se rompió la pared». A partir de allí convirtió en las otras dos finales que disputó Argentina hasta el momento: anotó frente a Italia en la Finalissima y ante Francia en la final de la Copa del Mundo.