El interior de Corrientes enfrenta una profunda crisis que afecta tanto al sector maderero como a la infraestructura vial. En la última reunión del Consejo Económico y Social en Santo Tomé, empresarios locales expresaron su preocupación por el grave deterioro de las rutas provinciales y nacionales. Estos caminos, en pésimas condiciones, complican el transporte de la producción, especialmente durante épocas de lluvias, lo que impacta de manera severa al sector forestal y a otras industrias.
La situación se ha agravado con la llegada del mega aserradero ACON Timber a la localidad de Ituzaingó, generando tensiones en toda la provincia. Pequeños y medianos aserraderos denuncian que se ven absorbidos por este gigante, quedando sin materia prima y sin capacidad para continuar operando. A esta problemática se suma la aparente falta de intervención del gobierno provincial, que parece concentrar sus beneficios en Ituzaingó, dejando en el abandono a otras localidades madereras.
El presidente de la Asociación de Industriales Madereros y Afines de Santo Tomé, Raúl Falero, admitió esta semana que el sector está en una “situación muy complicada” desde diciembre de 2023. La baja demanda del mercado interno, afectado por el enfriamiento de la economía, la obra pública y todo lo relacionado con la construcción, sumada a la falta de competitividad del producto nacional en el mercado internacional debido a la inflación y los altos costos de producción, han golpeado fuertemente a la industria. A esto se suman los incrementos en la estructura de costos, como el combustible y la energía, que complican aún más la situación.
Sin mejoras en las rutas y sin un apoyo equitativo por parte del gobierno, la sostenibilidad de la industria maderera en Corrientes está en riesgo, dejando a muchas comunidades en una situación desesperante.