La industria maderera en Corrientes enfrenta una crisis sin precedentes que amenaza con dejar a 60 mil trabajadores sin empleo. Un informe nacional destaca la severa recesión que afecta a toda la cadena productiva, desde los aserraderos hasta la fabricación de muebles, con una caída del 20% en la producción y reducción de turnos de trabajo que impactan directamente en los salarios de los empleados.
Pero la crisis no termina ahí. El interior de Corrientes también sufre un deterioro preocupante en su infraestructura vial. En la última reunión del Consejo Económico y Social en Santo Tomé, empresarios locales manifestaron su inquietud por el mal estado de las rutas provinciales y nacionales. Estos caminos, especialmente en épocas de lluvia, se vuelven intransitables, afectando gravemente el transporte de la producción forestal y de otros rubros.
La llegada del mega aserradero ACON Timber a Ituzaingó ha generado aún más tensiones. Pequeños y medianos aserraderos denuncian que están siendo absorbidos por este gigante, quedando sin materia prima y sin capacidad para seguir operando. A esto se suma la aparente indiferencia del gobierno provincial, que concentra sus beneficios en Ituzaingó mientras otras localidades madereras son dejadas en el abandono.
Con ventas en caída tanto a nivel nacional como internacional, y sin mejoras en las rutas o un apoyo equitativo por parte de las autoridades, la sostenibilidad de la industria maderera en Corrientes está en grave peligro. La situación exige una respuesta urgente antes de que el colapso se vuelva irreversible.