La provincia de Corrientes está atravesando una preocupante escalada de hechos delictivos que no solo afecta a los comercios, sino también a lugares emblemáticos como iglesias, hospitales y otros espacios públicos. La inseguridad ha tocado incluso a la Basílica de Nuestra Señora de Itatí, un símbolo de fe y devoción en el NEA, así como a pequeñas librerías y hasta a hospitales donde los ciudadanos buscan atención médica.
Uno de los casos más alarmantes es el vandalismo ocurrido en la Basílica de Itatí, donde fueron arrancados zócalos de mármol de las columnas del pórtico principal. Este acto de daño al templo mariano dejó perpleja a la comunidad, que manifestó su tristeza y preocupación. A través de redes sociales, el templo hizo un llamado a los habitantes y peregrinos a cuidar este patrimonio de fe, recordando que el daño ocasionado requiere de esfuerzo y colaboración para ser reparado.
Por otro lado, en la ciudad de Corrientes, la Librería Lanzieri, ubicada a metros de la Comisaría 16, fue blanco de un nuevo robo. En lo que va del año, la librería ha sido saqueada 11 veces, acumulando pérdidas por más de 400 mil pesos. Según el propietario, Pablo Lanzieri, los ladrones se llevaron mochilas y bandoleras tras romper una ventana. La frustración del comerciante crece ante la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades.
El Hospital Pediátrico Juan Pablo II también fue escenario de un incidente de inseguridad. Un hombre ingresó al área de internación clínica y hurtó pertenencias de dos madres, incluidas billeteras y celulares. La directora del hospital, Silvana Aguirre Serantes, aclaró que no hubo violencia, pero el hecho deja en evidencia la vulnerabilidad del centro de salud. Actualmente, se está llevando a cabo una investigación con el apoyo de las autoridades policiales para determinar cómo el delincuente logró acceder al área vigilada.
Incluso los puestos de venta ambulante, como un carrito de chipá ubicado en el Paseo Arazaty bajo el Puente General Belgrano, no escapan de esta ola delictiva. Durante la madrugada, desconocidos violentaron el candado del carrito y se llevaron una balanza, herramientas y dinero en efectivo.
Estos hechos ponen en evidencia el creciente clima de inseguridad que atraviesa tanto la capital como el interior de Corrientes, afectando a espacios que deberían ser seguros para los ciudadanos. La falta de respuestas contundentes por parte de las autoridades ha generado una sensación de desprotección que se extiende por toda la provincia.