Especialistas buscan comprender las dimensiones asociadas al surgimiento de esta nueva industria en el país y a sus fines medicinales a través de encuestas nacionales
Pese a su regulación normativa, por medio de las leyes 27.350 y 27.669 y del Registro del Programa de Cannabis (Reprocann), la plantación de cannabis y sus usos terapéuticos aún tienen cierta controversia en algunos sectores de la sociedad.
Un grupo de investigadores apunta a generar conocimiento homogéneo sobre el tema en distintos estratos sociales, en busca de incorporar y sistematizar información con la cual podrían pensarse políticas institucionales para el futuro de esta nueva industria.
De esta manera, el equipo liderado por el ingeniero forestal Jonathan Von Below, becario postdoctoral del Conicet, lleva adelante dos encuestas nacionales con las que pretende profundizar en el conocimiento de la percepción y las prácticas relacionadas con esta planta en Argentina.
El foco está puesto en dos grupos sociales. Por un lado, hacia la comunidad general para saber cuál es su nivel de conocimiento actual, además de su opinión y percepción sobre el cannabis en sus aspectos medicinal, industrial y recreativo. Por otro lado, hacia personas habilitadas al monocultivo, al cultivo solidario o a diferentes sectores de la cadena productiva para conocer técnicas, uso de insumos y otros aspectos fundamentales.
“La reglamentación de la Agencia Regulatoria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal en Argentina abre una puerta a un proceso de construcción de cadena de valor que tiene que ser informado y basarse, en lo posible, en los mejores datos que tengamos respecto a cómo se está dando ese proceso de aprehensión en la comunidad”, explicó el investigador de la Facultad de Ciencias Forestales de la Unam, Jonathan Von Below, en diálogo con Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7.
En este sentido, señaló que hay varias iniciativas de abordaje en distintos grupos de investigación. “La que impulsamos nosotros tiene un enfoque más general para comprender las diferentes dimensiones asociadas al surgimiento de esta nueva industria en el país y, por otro lado, una encuesta destinada a personas dedicadas al cultivo o que se están incorporando”, precisó.
Sobre esta línea, refirió a cultivadores solidarios contemplados dentro del Reprocann y a quienes dentro de una asociación civil o cooperativa se encuentran desarrollando diversos aspectos de la cadena productiva.
“Toda esta información gris es necesaria incorporar y sistematizar para poder, a partir de ahí, pensar políticas institucionales e incluir a estas personas que tienen un bagaje de conocimiento muy importante para considerar hacia dónde va a ir la industria”, completó.
El investigador indicó que la encuesta destinada a la comunidad en general atraviesa todos los estamentos y luego vendrá una etapa en la que se deberá poner en conocimiento de la población los criterios mínimos de calidad o trazabilidad del cannabis.
“Como hoy en día uno se imagina el tabaco o la yerba, o cualquier cultivo intensivo en términos económicos, pero encima uno que tiene un fin industrial y uno medicinal. Toda la comunidad debe estar atenta a cómo se desarrolla ese proceso”, remarcó.
Asimismo, puntualizó que se piensa poder integrar este cultivo a la matriz productiva de pequeños y medianos productores. “Es una alternativa muy interesante, de mínimo impacto ambiental y que brinda servicios ecosistémicos dentro de las unidades productivas donde se planta porque atrae polinizadores y la planta es repelente de algunas plagas”, detalló.
Las encuestas estarán disponibles hasta el 31 de octubre a través de dos links. Para dar conocimientos, creencias, actitudes y opiniones de la comunidad en general en torno al cannabis, ingresa a https://bit.ly/cannabarg. En tanto que, para brindar información sobre técnicas de cultivo, uso de insumos y preferencias de marcas, el formulario está en https://bit.ly/enccannabicultores.