Las continuas inversiones millonarias en obras de infraestructura no parecen estar haciendo la diferencia en las localidades afectadas por las inundaciones en Corrientes.
Mientras tanto, el panorama para muchas familias se torna cada vez más desolador, con pérdidas de viviendas, ganado y campos, ademas de los hechos de inseguridad.
En San Luis del Palmar, el desborde de afluentes y las persistentes lluvias han vuelto a inundar calles y hogares, obligando a decenas de familias a abandonar sus casas. A pesar de las obras de dragado del Riachuelo, destinadas a prevenir este tipo de situaciones, la realidad muestra que no han sido suficientes.
La situación se vuelve aún más alarmante con la repetición de escenas familiares: personas evacuando sus pertenencias mientras el agua se adentra en sus hogares. Esta situación ha provocado la ira y la indignación de los habitantes locales, quienes en protesta contra las obras de dragado que, según el Gobierno provincial, deberían haber minimizado el riesgo de inundaciones.
Sin embargo, el resultado es evidente: un pueblo nuevamente inundado, con el casco céntrico y comercios afectados, demostrando que las inversiones millonarias no están dando los resultados esperados. Los residentes culpan por no llevar a cabo las obras adecuadamente y por haber gastado millones de pesos en un dragado que no ha cumplido su cometido.
Mientras tanto, las familias afectadas se preguntan quién se hará cargo de los daños ocasionados y por qué, a pesar de las millonarias inversiones, siguen enfrentando las mismas dificultades año tras año. La búsqueda de respuestas y soluciones continúa, mientras la situación de emergencia persiste en la provincia de Corrientes.
