Corrientes millones en fondo

Corrientes vive días de creciente malestar social. Los docentes, empleados del estado y municipales siguen reclamando mejoras salariales, pero la respuesta oficial brilla por su ausencia. A pesar de que el gobernador Gustavo Valdés anunció que “antes de fin de año” habría aumentos, la incertidumbre reina entre los trabajadores, quienes sienten que sus necesidades no son escuchadas.

 

La situación es alarmante, ya que, aunque las arcas provinciales sumaron $71.015,5 millones en coparticipación federal durante la tercera semana de septiembre —el doble que la semana anterior— no se perciben mejoras reales para quienes sostienen los servicios públicos y esenciales de la provincia.

El gobernador ha señalado que los ingresos a las provincias cayeron un 15% en el último mes debido a la baja recaudación nacional, lo que pone en tela de juicio la distribución de esos fondos y la capacidad de la provincia para mejorar los salarios.

¿Dónde está el dinero?

Mientras los correntinos enfrentan una escalada en los costos de vida, con aumentos desmedidos en servicios básicos como la energía, la gran pregunta es: ¿a dónde va el dinero que pagan los ciudadanos en impuestos? A nivel provincial, las mejoras salariales no parecen estar en la lista de prioridades del gobierno, aunque los ingresos continúan creciendo.

Docentes, empleados públicos y municipales han alzado sus voces en numerosas oportunidades, destacando que “plata hay”, pero no se destina a mejorar la calidad de vida de los trabajadores. ¿Qué ha hecho la gestión de Valdés para generar nuevas fuentes de empleo? La falta de oportunidades sigue siendo una constante en la provincia, con pocas iniciativas que apunten a una solución estructural del problema.

El escenario es preocupante. Las familias ven cómo sus salarios no alcanzan para cubrir las necesidades básicas, mientras los comercios luchan por mantenerse en pie ante los aumentos desmedidos de tarifas energéticas y costos operativos. Cada vez más, los correntinos se preguntan por el destino de los recursos y por qué, a pesar de las promesas, la mejora salarial sigue siendo una promesa sin fecha.

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