Tarifas energéticas en Corrientes con subas

La crisis energética en Corrientes se profundiza con un nuevo aumento en las tarifas de la Dirección Provincial de Energía de Corrientes (DPEC) que abarcará los meses de agosto a octubre. Los incrementos, que oscilan entre $15.000 y $30.000, afectan principalmente al Valor Agregado de Distribución (VAD), y su impacto se siente cada vez más fuerte en los hogares correntinos.

Este ajuste llega en un contexto en el que la DPEC ya ha aumentado sus facturaciones en un 500% desde enero hasta agosto de este año.

Lo más preocupante es que, mientras las tarifas suben sin freno, pasaje de colectivo,los salarios de los empleados públicos y de otros sectores apenas muestran aumentos. El reciente anuncio de una suba salarial del 10% en algunos sectores estatales ha sido insuficiente y lamentable, dejando a miles de trabajadores sin la capacidad de enfrentar los crecientes costos de la energía. Esta situación genera incertidumbre y frustración en una provincia donde los ingresos no se equiparan con la inflación y los aumentos en los servicios esenciales.

El nuevo cuadro tarifario, oficializado en el Boletín Oficial el 21 de octubre, asegura que hacia fin de año los ciudadanos enfrentarán aún más subas en sus facturas. En septiembre, la DPEC ya había aplicado un incremento del 40%, elevando el monto de las facturaciones en un rango que va desde los $15.000 hasta los $30.000 bajo el régimen de “consumo cuidado”. Sin embargo, los usuarios no solo se enfrentan a los desmedidos aumentos, sino también a un servicio deficiente que sigue sin mostrar mejoras significativas.

La empresa provincial, dirigida por un interventor designado por el gobernador de Corrientes, argumenta que los aumentos son inevitables, ya que los costos mayoristas aplicados por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA) deben ser trasladados a los usuarios. Sin embargo, el resultado es una carga insostenible para los ciudadanos, quienes ven cómo la energía eléctrica, un bien esencial, se transforma en un lujo que muchos no pueden costear.

Es inaceptable que, a pesar de los constantes aumentos, la calidad del servicio no mejore. Corrientes sigue padeciendo cortes frecuentes y fluctuaciones en el suministro eléctrico, lo que agrava aún más el malestar de los usuarios. Mientras tanto, los sueldos apenas crecen, y la brecha entre los costos de vida y los ingresos de los correntinos sigue ensanchándose.

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