El actual intendente de Paso de la Patria, Guillermo Osnaghi, ha confirmado que su hija, Cecilia Osnaghi, será su candidata para sucederlo en las próximas elecciones municipales. Este anuncio ha generado un fuerte debate en la comunidad, no solo por lo que implica en términos de sucesión familiar, sino también por la creciente insatisfacción de los vecinos de esta ciudad turística. Entre los principales reclamos, los residentes mencionan el abandono de las calles, la falta de iluminación adecuada y el aumento de la inseguridad, con robos a viviendas que continúan en ascenso.
Este tipo de sucesiones familiares en la política no es nuevo, y en Corrientes se ha repetido con figuras de peso como el gobernador Gustavo Valdés, quien ha promovido a su hermano como candidato en Ituzaingó. No obstante, en Paso de la Patria, una localidad que depende en gran medida del turismo, las necesidades de los vecinos han sido pasadas por alto durante años. A pesar de las promesas de mejoras, las deficiencias en los servicios básicos siguen afectando tanto a los residentes permanentes como a los turistas que visitan la ciudad.
El anuncio de Osnaghi ha alimentado la percepción de un “feudalismo moderno”, donde los cargos políticos parecen perpetuarse dentro de los mismos círculos familiares, algo que podría empezar a ser cuestionado por un electorado que busca mayor transparencia, renovación y un enfoque real en las problemáticas que enfrenta la ciudad.
¿Podrá este movimiento de sucesión familiar enfrentar las crecientes demandas de los ciudadanos o terminará siendo castigado en las urnas?
